Es un cuadro que suele ser asintomático y se descubre al hacer una radiografía.
Es un proceso de evolución lenta, suele cursar con la presencia de una fístula gingival o cutánea, es el trayecto final del conducto que va desde el absceso al exterior.
or la fístula se expulsa el contenido seroso y purulento de forma continua, por ello este absceso no da sintomatologia y el paciente solo nota que la fístula aumenta o disminuye de tamaño (manifiestan que notan como un grano en la encía, que a veces se vacía y se vuelve a llenar).
En el estudio radiológico veremos que los abscesos periapicales crónicos presentan una imagen radiolúcida no bien definida en el periapice.
Para confirmar la pieza de la cual procede la fístula o para hacer el diagnóstico diferencial con fístulas de origen periodontal.
La aparición de una fístula indica la existencia de infección en el hueso. La fístula es la comunicación de la zona infectada en el hueso con el exterior y se suele manifestar como un puntito rojo o blanco en la encía.
Las causas más comunes de aparición de una fístula son:
Una periodontitis apical
Una fisura o fractura radicular
Colocamos una punta de gutapercha por el conducto fistuloso hasta llegar a un tope final, y hacemos un radiografía, veremos que la gutapercha a ido al periapice de la pieza causante o al periodonto, si la causa de la fístula es periodontal.
El tratamiento del absceso periapical crónico es hacer la endodoncia de la pieza causante y al esterilizar y sellar bien los conductos, desaparece el foco de infección y hay cierre espontáneo del conducto fistuloso.
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